Poesía Desenfreno de los dioses
«Fuimos hechos en una noche de desenfreno de los dioses, bebiendo, cantando y jugando desnudos con lava. Metían las manos dentro de las montañas y sacaban el líquido incandescente para arrojárselo los unos a los otros, como niños que juegan con nieve.
Cuando despertaron, al otro día, se pusieron de nuevo sus togas y volvieron a los pergaminos y criptogramas, sin recordar lo hecho en la noche anterior. Pero ahí estábamos nosotros, pequeñas canicas ennegrecidas, duras por fuera y ardientes por dentro.
Así ha sido nuestro sino desde entonces, como convulsos materiales sensibles, con corazón de fuego y dura superficie. Del mismo modo que fuimos concebidos, viviremos, moriremos y daremos vida: pensadores gigantes y ardientes serán todos nuestros hijos.
Que las ideas rompan las rocas, como si fueran lava. Que exploten y desborden, creando nuevos caminos. Que el fuego nos alimente, para seguir adelante, para nunca detenernos. Porque la vida es dura, pero más fuerte es el corazón de los hombres.»
(Esta poesía forma parte de la novela Dalits Revolución)
Pintura: "Creación de Eva", Miguel Ángel, quinto de los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina.